Es una casa de acogida para ancianos que fue construida en 2008 gracias al liderazgo del entonces Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado, Mons. Francisco González
Hernández. Nuestro objetivo es brindar amor, cuidado y una mejor calidad de vida a los abuelitos y abuelitas de Madre de Dios, que no tienen familia ni recursos económicos para afrontar su vejez.
Fue un misionero dominico ejemplar cuya vida heroica entregada a los pueblos originarios del Madre de Dios le hizo ganarse su cariño y reconocimiento.
Sigamos trabajando juntos para mantener la esperanza y la alegría en los corazones de nuestros mayores, y para honrar el mandato divino de amar y cuidar a nuestros hermanos más necesitados.
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